Relicario Nazaret

Reliquia de la Casa de la Virgen

La Santa Casa de Loreto, es la misma casa de Nazaret que visitó el Arcángel Gabriel en la Anunciación a la Santísima Virgen María. Es allí donde el Verbo se hizo Carne y habitó entre nosotros. Allí también vivió la Sagrada Familia a su regreso de Egipto y donde Jesús pasó 30 de sus 33 años junto a La Virgen y San José. Pronto La Santa Casa se convirtió en lugar de reunión para la celebración de la Santa Misa de los primeros Cristianos. Podemos imaginarnos con que amor y veneración cuidaban este Santo Lugar. Actualmente la Santa Casa está situada dentro de la Basílica que para ella se construyó en Loreto, Italia. Dentro de la casa de Loreto se venera la pequeña estatua de La Virgen de Loreto.

La Santa Casa en Nazaret tenía dos partes: Una parte era una pequeña gruta y la segunda parte una pequeña estructura de ladrillos que se extendía desde la entrada de la gruta. La estructura de ladrillos no tenía sino tres paredes ya que un lado pegaba con la pared de la gruta.

¿Cómo llegó la casa de Nazaret a Loreto, Italia? Hay varias tradiciones. Una de ellas habla de ángeles que transportaron la casa por los aires. Pero hay documentos que parecen indicar que el responsable del traslado es un comerciante llamado Nicéforo Angelo del siglo XIII. Quizás su apellido inspiró la idea del traslado por medio de ángeles. En todo caso, tan extraordinaria empresa sin duda tuvo la protección y guía del cielo. Ya lo había dicho el ángel a La Virgen en esa misma casa: "Para Dios nada es imposible".

El Santuario

Alrededor de la casita de Nazaret se erigió durante el Renacimiento una espléndida basílica, diseñada por el Bramante. En el interior, en la Sacrístía de San Juan se pueden admirar los frescos pintados por Luca Signorelli, y en la Sacrístía de San Marcos, los frescos de Melozzo da Forli. A finales del siglo XIX y principios del XX, la basílica tuvo amplias reformas, dirigidas por el arquitecto Giuseppe Sacconi (el autor del Monumento a Víctor Manuel II). Empero, de la arquitectura original renacentista, se conserva la Capilla del duque de Urbino.

La estatua de la Virgen venerada en ese santuario databa del trecento y fue destruida en un incendio en 1921. La actual Virgen es obra de Leopoldo Celani, y fue tallada a partir de un cedro libanés tomado de los jardines del Vaticano. Las célebres letanías lauretanas (es decir de Loreto), que se rezan al final del rosario mariano, fueron escritas en su honor.

LA SAGRADA FAMILIA EN LA CASA DE NAZARET 

“Volvió con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndoles. Su madre guardaba fielmente en su corazón todos estos recuerdos. Mientras tanto, Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia, ante Dios y ante los hombres (Lc 2, 51-52)”. 

Jesús fue desde el inicio el centro de su gran amor, lleno de solicitud y afecto; fue su gran vocación; fue su inspiración; fue el gran misterio de su vida. En la casa de Nazaret él fue obediente y sumiso, así como debe serlo un hijo hacia sus propios padres.

 Esta obediencia de Jesús a María y José llena casi todos los años de su vida sobre la tierra y constituye por tanto el símbolo de aquella total e ininterrumpida obediencia que tributa al Padre Celeste. A la Sagrada familia pertenece así una parte relevante de aquel divino misterio, cuyo fruto es la redención del mundo. Oremos y pidamos la luz y la ayuda de Dios para crear en familia el mismo clima espiritual de la casa de Nazaret.

Tradición de La Casa de la Virgen en Éfeso 

La importancia y el valor de María y de la Casa de María para los cristianos no pueden entenderse sin considerar la historia de Éfeso en este marco.

Éfeso es la ciudad donde San Juan Evangelista y la Madre de Jesús María se encontraron y es el lugar exacto donde escribió El Evangelio en el que reflejó la presencia de María como una evidencia indeleble. San Juan cita en su Gopel: "Al ver Jesús allí a su madre y al discípulo a quien amaba, que estaba cerca, le dijo a ella: "Mujer, aquí tienes a tu hijo", y al discípulo: "Aquí tienes a tu madre". Desde entonces, este discípulo la acogió en su casa. (Juan 19,25-27).

Aunque la Madre María tuvo una vida humilde y secreta, los cristianos que tienen constancia de su presencia, sin duda mostraron esta frase como prueba de que realmente estuvo en Éfeso incluso después de San Juan.

En los siglos II y III, San Tertuliano, de acuerdo con lo citado por San Ireneo, Orígenes y Eusebio, nos dice que todos coinciden en la llegada de San Juan a Éfeso. De hecho San Tertulianos, dice: "El apóstol Juan llegó a la ciudad de Asia a una hora temprana". (ad. Marc. Lig. IV, cap. 5)

Hacia el año 120 San Ireneo que nació en Esmirna y se educó en la huella de San Policarpo, el Arzobispo de Esmirna que era seguidor de San Juan Evangelista cita que tanto San Pablo como San Juan estuvieron presentes en Éfeso concurrentemente y este hecho no debe ser negado en absoluto.

Según la tradición de Éfeso, el Apóstol Juan no pudo separarse de María porque Jesús se la confió cuando estaba en la cruz y en el año 18 d.C. y en los años siguientes se cree que él y la Santa Madre María habitaron en Éfeso o en algún lugar cercano a la ciudad.

Epifanio el Arzobispo de Chipre (310-314), cita que las Sagradas Escrituras no expresan ninguna información sobre los últimos años de la Santa Virgen María.San Arzobispo, tratando de enfatizar la Inmaculada Concepción de María dice: "Durante los años en que San Juan se trasladó a Asia, la Santa Virgen María estaba con él, pero este hecho no se afirma en las Sagradas Escrituras porque no quería crear emociones en las almas de los creyentes."Sin embargo, San Epifanio, no dice que María no viviera en Éfeso.Sólo cita que las Sagradas Escrituras no lo mencionan.Quiso subrayar que hay presencia divina en este acontecimiento.

Según la tradición de Éfeso se exigió a María que acompañara a San Juan a difundir la Buena Nueva y es apropiado pensar que la Santa Madre de Jesucristo "se durmió" (Lat. Dormitio) antes del 48 d.C.. Esta es la opinión más común.


A partir del año 8 d.C., la Iglesia jacobita siria y más tarde durante los siglos XII y XIII, este punto de vista enriqueció la creencia de la tradición de Éfeso y hoy en día todavía se mantiene viva. En los siglos XII y XIII esta tradición de Éfeso se impone de nuevo por los historiadores más destacados y justo después por la sabiduría y la manera del Papa Benedicto XIV, se hace eco de nuevo. 

La residencia de María en Éfeso y su "dormición" fueron reconocidas también por el Papa Benedicto XV.Él lo interpreta de la siguiente manera:"Desde aquella hora el discípulo se la llevó a su casa...(Juan 19, 27) Cuando San Juan se puso en camino hacia Éfeso, también se llevó allí a María y desde aquí la Bienaventurada Santa María fue llevada al cielo en alas".(Papa Benedicto XV, Homilía del Viernes Santo sobre los Sagrados Misterios)

RELIQUIA DE LA SANTA CASA DE NAZARET

El Oratorio de Santa Maria es depositario de fragmentos de roca procedentes de la Santa Casa de Nazaret y la Gruta de la Anunciación de la virgen en Israel. El Relicario Nazaret contiene estas reliquias y otras que han sido adquiridas para la veneración, la ostensión de las reliquias usualmente se realiza en la víspera de la fiesta de la Virgen. Aunque no se realiza todos los años.  


Próxima Ostensión Agosto de 2024/ Fechas por confirmar


santacasa@oratoriosantamaria.org

Relicario Nazaret Abierto